En Boca más de una vez se oyó que es diferente a cualquier otro equipo y equipito del fútbol argentino pero ¿Que está sucediendo? ¿Se olvidó de demostrarlo? Porque Boca tiene que ser diferente a los demás en el sentido de que mayormente le tiene que ir bien tanto desde el ámbito político, como financiero y por supuesto deportivo pero lamentablemente Boca viene siendo noticia, salvo el financiero que según dice su presidente Angelici ¿tiene imagen para ser presidente del Xeneize? el club está ordenado por los otros dos temas que al mismo mundo Boca lo tiene por el piso. Uno es lo desordenado que está en el orden dirigencial que mejor el hincha de Boca ni quiere opinar porque si opina, imagino el arsenal duro de palabras en contra de esta conducción.
Y el otro es en el ámbito estrictamente deportivo donde en los últimos tiempos el karma de las lesiones de muchos jugadores sin dudas ha conspirado en eso de armar el mejor once xeneize pero también lo llamativo por el bajísimo rendimiento individual de varios de estos tipos que dan lástima en cancha y ni que decir en el orden colectivo donde todavía Boca no entiende que es jugar al más convincente juego asociado.
Hace varios años a esta parte que los equipos de Boca no le regalan al hincha un esquema de juego definido que éste se rompa las manos aplaudiéndolo y quien sabe todavía cuanto tiempo pasará para que con el técnico que esté de turno Boca pueda jugar un fútbol que por lo menos deleite a su parcialidad y no ver esta reverenda mediocridad fecha tras fecha.
Me da la impresión como que todos los rivales se han puesto de acuerdo en este torneo de los 30 para generarle flor de BOICOT futbolístico al equipo Xeneize y esto lo vengo viendo partido tras partido. El hincha xeneize no tiene que ser necio en estar de acuerdo con este razonamiento, si después de todo es verdad como los rivales le manejan el balón a los atolondrados jugadores xeneizes.
Se ve claramente como los rivales lo apuran a Boca en la marcación que le hacen para que los de Arruabarrena rápidamente se obnubilen y terminen perdiendo fácilmente el balón. Después Boca agárrate como te va a encarar el rival hacia el arco de Orión. Se nota a las claras que por más que Boca intente ejecutar el juego asociado que tienen otros tantos equipos, no le termina saliendo nada bien por lo desordenado, por lo atolondrado como dije antes de sus jugadores, jugadores que ahora no están mostrando para nada ser de BUEN PIE para entender lo que es jugar con la azul y oro.
Hay que decirlo, otro plantel con mayoría de FRACASADOS en Boca. Lo mejor sería que la dirigencia pare un poquito con seguir incorporando jugadores de afuera porque no le están haciendo un bien a Boca porque ellos mismos sufren como una suerte de degradarse su nivel desde lo futbolístico cuando en los anteriores equipos sí podían mostrar sus condiciones.
Creo que Boca tendrá que trabajar de otra manera con sus divisiones inferiores para poder sacarle el máximo de provecho y así el día que esos jugadores debuten en el equipo profesional, puedan hacerlo sin ninguna presión, tensión, etc, etc para demostrar realmente todas las condiciones que supieron mostrar cuando jugaban en esas divisiones menores.
Entiendo siempre que en Boca no se puede esperar mucho tiempo pero si las divisiones inferiores son llevadas de otra forma para que después esos jugadores rindan a pleno en el plantel de primera, tal vez valga más la pena que traer de afuera tipos de los que se habla que tienen tanta jerarquía y después terminan siendo uno más de ese montón mediocre que anda dando vueltas por el fútbol de acá y de afuera.
Tanto que se está hablando del “9” por lo de la posible ida de Osvaldo nuevamente a Europa y de la posible venta de Calleri al Palermo italiano, ya se están empezando a barajar apellidos que la verdad después pueden terminar en más de lo mismo. No estoy de acuerdo con la reincorporación, si el equipo chino no hace uso de la opción, de E. Gigliotti, otro picapiedra más de delantero como muchísimos han pasado en la historia xeneize.
No sería la oportunidad de Guido Vadala, el juvenil que en inferiores marcó muchísimos goles y que si alternara más seguido en el equipo de primera división, podría hasta ir afinando su estilo de juego como su capacidad goleadora pero parece que por ser pibe, todavía no está del todo en los planes del vasco. Sería cuestión de darle toda la confianza por una seguidilla de partidos para saber si ese olfato de gol que demostró en sus divisiones, lo puede demostrar también en el centro del ataque del equipo mayor.
¿Quién debería quedarse? ¿Y quién debería dejar el club?
Agustín Orión: Para mí su ciclo está cumplido en el Xeneize. En algún que otro momento supo demostrar sus condiciones pero hace un rato largo a esta parte que se está mandando varias macanas en vez de salvar la caída de su arco apareciendo en esos momentos cumbres. En la gran mayoría de partidos importantes, el hincha xeneize es sincero que Orión no estuvo a la altura demostrando lo grande que le quedaba ese arco. Seguramente esta cerca su ida del club.
Tripodi: Si bien no pudo mostrarse mayor tiempo, las veces que tuvo la oportunidad, para nada la aprovechó no siendo garantía para nada. Y si hubiera tenido mayor continuidad, seguro no hubiera mostrado las condiciones que se necesita para atajar en Boca. Otro que tiene que ser negociado vaya a saber a qué club.
Leandro Marín: Se le ha pegado más de una vez por sus distracciones y descuidos en saber marcar y pasar al ataque por el lateral derecho. Una pena que al día de hoy no se haya podido consolidar en su puesto ya que viene trabajado de las divisiones inferiores y se supondría que debiera rendir mejor en el primer equipo. En el balance ha alternado tanto buenas como malas pero por ser del club, le daría un tiempo más para que se asiente, sino se verá si se lo transfiere.
Gino Peruzzi: No se lo está viendo como aquel de los mejores partidos en Vélez. No se pudo haber olvidado de lo que es jugar en su posición pero extraña que con la camiseta de Boca todavía no pueda demostrar la totalidad de sus condiciones como sí se le notaban en su inicio. Creo que por ahora el hincha lo esperará un tiempo más.
José P. Fuenzalida: Jugó poco el chileno y no tuvo tan buenos pasajes como tan malos. Lo que sí no se lo vio gravitar cuando le tocó de lateral como cuando lo hizo de volante. No es para nada un jugador que realmente la romperá en el Xeneize por lo que debe tomarse de la mano con la fila que se va armando que se va componiendo con Orión y Tripodi
Daniel Díaz: Del catamarqueño ya más de lo que le vemos no puede dar en el aspecto defensivo. De momento que es apurado por sus rivales, se nota a las claras los problemas de movilidad que evidencia. Ni hablar de timing, reacción y otras características que debe tener un primer zaguero central en Boca. Se le reconocerá sus momentos victoriosos en el Xeneize pero ya es momento que le de paso a otro primer marcador central. Se une tomadito de la mano a la fila de Orión-Tripodi-Fuenzalida.
Guillermo Burdisso: Desde que está en Boca bastante desniveles tuvo su forma de jugar lo que siempre lo tuvo titubeante al hincha por darle seguridad al fondo xeneize. Tuvo partidos aceptables pero muchos también que irritaron bastante al pueblo bostero. A partir de esta nueva vuelta en la zaga central, se ha mostrado un tanto más compacto en la marca por arriba como por abajo intentando salir bien jugando cuando la ocasión lo permite. Debería continuar para ganar más en consolidación aunque exista la posibilidad de ser transferido al fútbol brasileiro.
Rolin: De este uruguayo no se puede ser determinante en un comentario porque apenas se lo vio jugar aquel partido creo ante Lanús. Será cuestión de que se le dé mayor continuidad para que agarre confianza y demuestre si tiene todos los atributos para ser primero o segundo zaguero central.
Lisandro Magallán: El ex Gimnasia LP recién ha vuelto a jugar en reserva tras su larguita inactividad por la lesión. Cuando le tocó jugar en el primer equipo mostró algunas buenas pero también supo de mandarse más de una macanita. De todas maneras, todavía tiene crédito y dependerá de él aprovechar de lleno las oportunidades que le dé ¿el vasco? ¿O tal vez que otro técnico?
Torsiglieri: El ex Vélez de verdad empezó sobrio en la defensa tanto en partidos de Copa como del torneo local no entendiéndose como defeccionó su nivel en los partidos ante Aldosivi y Vélez. Y la duda ahora del hincha es si va a seguir en ese bajo nivel o levantará cuando el domingo juegue ante la lepra New Old Boys. Por supuesto también tiene crédito por delante.
Comar: Es otro chico de la casa y puede ser una interesante alternativa más adelante para ocupar uno de los dos lugares de la zaga. Lo importante es que se lo sepa llevar de a poco y pulirlo bien de todo el trabajo que tiene que hacer un defensa central.
Nicolás Colazo: Otro pibe surgido de las divisiones inferiores donde supo destacarse para tener un día el salto al primer equipo pero ¿Por qué no puede demostrar sus reales condiciones en el puesto que él realmente se siente más cómodo? Es visible que como lateral izquierdo le cuesta porque adolece de buena marca y proyección, está claro que ese no es su lugar habitual. Pero ¿Por qué tampoco funciona jugando de volante por la izquierda? ¿Entonces hay que pensar que no fue llevado bien desde las inferiores para después poder destacarse en el equipo de primera? Yo le daría un tiempito más pero si no se compromete para la camiseta que está vistiendo, y bueno, puede llegar a pasarle lo mismo que a Marín de llegar a ser negociado vaya a saber dónde.
Fabián Monzón: Cuando debutó en el primer equipo, jamás pudo consolidarse y vaya que tuvo sus oportunidades. Aquí también la pregunta es ¿fue trabajado bien de abajo en las inferiores marcando el lateral izquierdo para después rendir en el primer equipo sin que se le doblen las piernas por lo de la presión, la tensión, etc de jugar en Boca? En la primera etapa no le fue nada bien tanto que fue transferido a Europa pero allí no se pulió para nada en su posición. Volvió peor del viejo continente porque su juego no se desarrolló para nada y a los partidos de este torneo de los 30 que lo he visto me remito. La fila de los absolutamente prescindibles ahora se compone de Orión-Tripodi-Fuenzalida-Cata Díaz-Fabián Monzón.

Este Boca está sin orientación, golpeado hace 10 días por un "escritoriazo" y un papelón de seguridad, que está desgranando la seguridad y el amor propio. Chau invicto ante una mirada atónita de propios y contras en los asistentes de prensa. No duelen los goles, duele seguir aletargado.
A pesar de la derrota, se sigue en punta con los cuervos...

Mucho se había hablado y se había anticipado este momento, no se podía seguir abusando de la suerte... pero esto obedece a una máxima del futbol: es un estado de ánimo!
Hace poco más de 10 días Boca estaba invicto, sólido puntero del torneo de 30 y el mejor equipo de la copa Libertadores... después del "escritoriazo", solamente un espejismo, una cuenta por pagar...

Boca jugó muy mal, el peor desempeño en lo que va del año. Un partido en el que quisieron sobrarse y terminaron siendo dolorosamente las sobras en la cancha. Aldosivi jugó bien? claro que si!, con sus limitaciones fueron mucho mas seguros y ordenados en sus movimientos, sin jugar a otra cosa que no fuese al futbol, Canever jugó gratis, cierto, pero Campodónico fue un coloso bajo los tres palos tapando todo lo que le mandaron, desde cualquier parte, y donde no pudo hacerse cargo él directamente lo resolvió sencillo, molestando, incomodando.... Su contraparte, Orión, fue un plateísta en los tres goles, más allá que dicho trío de dianas caen como mazazos ante desorientaciones defensivas y de actitud que absolutamente nadie se esperaba de este Boca. El "tiburón" tuvo una sola y la convirtió con Lequi en el primer tiempo, de inmediato Chávez falla un mano a mano y el resto del trayecto fue en bajada, con Campodónico siendo la figura indeleble de la cancha. El resto en el xeneize fue tocar el timbre y salir corriendo, como los juegos de la infancia, mientras que el equipo marplatense sí estaba jugando, con mentalidad de primera división, confirmaron su buen andar como visitantes y se llevaron un partido histórico, con su nombre ya escrito en la previa de un amargo cumpleaños para un templo vacío.

Un amigo lo comentó en caliente: "Nobleza obliga, al ser mezquino no se nos va a dar una", la pelota no entró ni por anulación, seguía sobrándose en definiciones, y cada vez más carente lucía el equipo, en ideas y en carácter

El equipo del vasco lució grogui todo el partido, nunca asumió el juego como hecho en transcurso, menos se vieron como protagonistas principales, aunado a esto los cambios llegaron en momento tardío, moviendo espacios que, en base a lo que presentaba el partido y en base a los desempeños, no era a lo que obedecía la lógica de lectura del juego.

Faltó pimienta en la actitud, y en el vestuario parece haber ambientador con morfina, parece el xeneize no salir de la descalificación de copa, y ya en 3 días luego de este cachetazo toca abrir participación en Copa Argentina frente al "tocayo" del actual campeón de la misma... En la copa anterior Boca cayó ante el otro "globito" pensando el cotejo como trámite.

Seguiré recordando al amigo en cuestión: "todavía hay crédito en el plantel".... tampoco hay que abusar de eso, un andar excelente en lo que va de año y que en los últimos días parece estar escurriéndose como trapeador usado.

Ahora sí que hace falta una muestra de carácter de parte de todos esos que se consideran indispensables, referentes, estrellas emergentes, de esos que ya tasaron en pases de más de 6 cifras, de esos que hablan de sus ilusiones por twitter y se van de conciertos a intentar derrochar "talento" en alguna tarima de su preferencia.

Tienen la camiseta de Boca, no se les pide otra cosa... JUEGUEN!

Gilberto Salinas - XDV

Siento verguenza de los dirigentes que tenemos, siento verguenza de lo que pasó ayer, siento verguenza de periodistas pagos por unos o por otros pero castigando al club de una manera solapada, siento verguenza de tanta hipocresía, siento verguenza de tanto arreglo político económico barras,policias, dirigentes, periodistas, siento verguenza por el destrato al socio en beneficio de aquellos que sólo lucran con nuestro club y nuestro sentimiento, etc pero jamás sentiré verguenza por ser de Boca y ser parte de los miles y miles de socios e hinchas que alentamos siempre y sufrimos hoy por lo que nos toca pasar.
En las malas a tu lado mucho más Boca Juniors Querido

Prof. Oscar Magnífico
desde la Matanza capital Nacional de los Hinchas de Boca

Sólo los bosteros entendemos qué pasó hace un rato. Sólo nosotros, los que sabemos cómo en un par de años, en un par de éxitos, la cancha y la fiesta popular cambió.

Sólo nosotros, que entendemos qué pasó con esas salidas memorables, llenas de folclore verdadero, llenas de carnaval y de murga. Que sabemos cuándo La Bombonera empezó a cambiar, que entendemos esas pintadas cercanas al templo: “Que el pueblo vuelva a la cancha”.

Porque en un momento empezó la exclusión. Con el discurso de la seguridad y la prevención a veces, con el del mérito otras, ya no hizo falta hacer una fila, levantarse temprano, ir a la boletería y pagar tu entrada. Tenías que ser socio. Tener un carnet. Asegurarle una cuota al Presidente para poder pasar.

“Cartonero”, le dijo el Diego y nuestro máximo ídolo resignó gritar un gol ante el eterno rival para que escuchara a la hinchada, para que la sintiera.

Con ese ídolo crecimos. Viajamos, desde nuestras casas, por el mundo. Festejamos en el Obelisco, conocimos la rebeldía en cualquier cancha, pero también la humildad. De la mano del fútbol, conocimos y nos conoció el mundo. Aprendimos la bandera de Japón.

Pero el ídolo se fue, lo echaron. Lo echaron como a los hinchas. Por guita, vos te tenés que ir. El Diez sufrió el exilio.

Nosotros también. A los pibes nos pasó lo mismo, pero nos quedamos. A dónde íbamos a ir.

Con el verso de la seguridad, de normas y reglamentaciones mundiales, europeas, internacionales o todo eso junto, la popular se hizo platea y el hincha, socio. Tienen que estar todos sentados, fue primero el verso. Pero el medio quedó intachable. La segunda bandeja, leal. Socia.

Fueron pasando los años, el Jefe puso un delfín, que resultó un tesorero, el máximo enemigo de quien lo había desafiado. Y como en la mismísima Ciudad, ni rápido ni perezoso, el delfín aprendió: construiremos una Bombonera gigante para que ningún socio se quede afuera. ¡Haremos del Club un Club social!

Llegaron las corporaciones, las entradas a los turistas, las salidas del equipo cada vez más ajenas, más frías. Ni el Boca, mi buen amigo, del minuto 0, se escucharía ya como un grito único. La Bombonera cambió el Boca oro por el Boca Sinteplast, se cambiaron los carteles de las puertas del estadio por publicidad. Los jugadores amigos del rebelde, afuera.

Y llegó el socio adherente, para completar. Otra mentira para recaudar. Y hasta se cavaron pozos al costado de la cancha para meter, cada vez más, guita, no gente.

Y así, de la mano de una Bombonera corrompida, de un templo profanado, se empezó a perder sin equipo. Hasta desfilaron los ídolos, siempre únicos responsables. Mientras los de arriba manejaban la billetera y el marketing, siempre con grandes balances, midiendo qué decir en la tele de acuerdo a lo que dictaban las encuestas (como harán seguramente hoy, tras el bochorno: basta de violencia, y vaciarán el significante, apropiándoselo y haciendo los deberes frente a la televisión).

Hasta tuvieron suerte de que un tipo desde Europa quiso venir a cumplir su sueño. Pero censurado: “Una pregunta fuera de lugar y se termina la nota”.

Pero no hubo –no hay– caso.

Ayer se escribió, por un gil y una irresponsabilidad, una de las historias más tristes en la cancha de Boca. Una vergüenza. Por lo sucedido, pero también por la falta de respuestas; por el bochorno, pero también por la incapacidad después. Por su desnudez.

Inmediatamente, el lugar común: negros de mierda. Putos. Cagones. Bolivianos.

Y les hubiese encantado a muchos que haya quilombo, que se pudra, como pedía el periodista de Fox desde la impunidad del micrófono al tiempo que la televisión mostraba imágenes de la tribuna desde donde vino el quilombo, popular de socios, debajo de La 12: “¿A dónde está la policía? Yo me pregunto por qué no está la policía ahí despejando ese sector”.

O sea, repre. La conocemos, pero no lo dijo.

En otro canal se resaltaba la actitud de las decenas de miles de hinchas que, aún sin entender qué pasaba, daban media vuelta y se iban, injustamente. Por un gil. Y la negligencia de los directivos.

Después, el equipo –el Equipo- falló, el director técnico también; y el ídolo faltó.

Me hubiese gustado verlo a Román ahí, haciéndose cargo como se hizo siempre, pero más me hubiese gustado verlo ayer, en la mediocridad de burócratas y cómplices, de futbolistas y dirigentes, pero también de las estructuras mafiosas que manejan el negocio que es el fútbol.

Osvaldo tímidamente se acercó al banco rival, pero ahí quedó. Arruabarrena seguía en la suya. D’Onofrio insinuó pararlo todo, pero paró. Y me lo imaginé a Román asumiendo la que le tocó siempre, aún sin tener la cinta: ser el capitán. Así no se puede seguir, mirar a la tribuna, en silencio, desafiándola… como antes al Patrón. Sin importar las publicidades, los tiempos, el resultado.

Faltó esa dignidad, faltó el ídolo.

Y la responsabilidad de que no esté, como la de evitar lo que pasó, como la de garantizar la verdadera seguridad, como la de poner el derecho de admisión, como la de tomar la decisión después del papelón, como la de no haberla asumido, es política. Y tiene nombre y apellido: Angelici.

No hubo un solo incidente afuera. A pesar de la vergüenza, los bochornos y el papelón, nada.

Y el día después, la interpretación en disputa.

“Este es el país que tenemos, la sociedad que tenemos”. Inadaptados sociales. “Negros de mierda, putos. Cagones”. Los lugares comunes de siempre.

Pero nosotros lo sabemos bien. Esto no es Boca.

Boca arrancó veloz y agresivo en ataque, se fue atenuando, emparejando y cayendo en un ritmo trabado, tenso, impetuoso, en donde las oportunidades falladas por Osvaldo y Chavez parecían marcar una tendencia en el ritmo de juego.
Los primos veían la posibilidad de tener el balón y trasladar en metros convincentes pero con peso mesurado, Sánchez y Mora llegaron y avisaron que RiBer también estaba en cancha... pero los minutos siguieron transcurriendo y llenando un partido de ímpetu, en lugar de buena técnica.

El factor determinante de esto radica en que ambos equipos apostaron a lo mismo: no explotar los costados en ofensiva y reforzar marca.
Los balones recuperados siempre rondaron el primer cuarto de cancha y por ende señalaron el camino posible para buscar ser algo más en el partido.... empujar. No obstante, el empuje sin ideas claras le daba a ambos técnicos porcentajes de tenencia y "momentos buenos" en el partido, pero sin claros dominios.

Tanto Gallardo como Arruabarrena debieron buscar en sus bancas algo para dar el volantazo y escribir otra historia, pero volvió a darse la máxima de que la victoria se la lleva quien decide a tiempo y con lo justo. Pavón, Pérez y Gago lucían como un volantazo defensivo pero resultaron ser alternativa de manejo de balón y primer pase efectivo, cosa que se ausentó en gran parte del cotejo por priorizar la marca de jugadores hábiles del "millonario" que no entraron en juego como se esperaba. Gallardo apostó por darle 20 min de peso a Cavenaghi para inclinar la cancha, pero el Vasco ganó la pulseada táctica... y por encima de una férrea marca exhibida por el rival, logró quebrar el muro y embarazar la red por partida doble...

Crueldades y destino esquivo dirían algunos poetas... vendetta dirían los mafiosos, Pavón volvió de una fractura pintándole la cara a Vangioni y marcó nuevamente para Boca,y el tanto de Pérez terminó siendo empujado por Pezzella, si, ese mismo que empujó el empate en aquel partido lluvioso del año pasado...

Se ganó el primero de 3 en 10 días... La rotación sigue dando mejores dividendos a los Vasco's Boys, invictos, punteros, con el ánimo en alza, esperamos mantener la firmeza de mente y seguir dando muestras de carácter... el equipo está para grandes cosas, a seguir haciéndolo, no promediando....

Ahora , más que nunca...HAY QUE JUGAR!



Diego Leyes y Gilberto Salinas - XDV